La región que abarca lo denominado “Oriente Próximo”, ha sido cuna de grandes civilizaciones, culturas y sobretodo religiones. Sin embargo, esta diversidad también ha causado innumerables conflictos, presentes hasta el día de hoy. Cuando la Organización de las Naciones Unidas fue fundada, en 1945, Palestina era un territorio administrado por el Reino Unido por un mandato encomendado por la desaparecida Sociedad de las Naciones en 1922.
En aquel entonces una cuestión que empezó a tomar mucha fuerza fue la creciente inmigración de judíos a Palestina y la oposición de los habitantes árabes a esta inmigración. Ambas situaciones surgieron el creciente antisemitismo en Europa, el cual desemboco en una creciente violencia en esta zona, debido a esto Reino Unido decidió plantear la cuestión de Palestina ante la Organización de las Naciones Unidas.
Lo cual a la larga trajo consigo uno de los conflictos más serios y que parece no tener fin: el conflicto árabe- israelí.
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